La construcción propiamente del sistema, requiere de la participación de varias manos y mucho esfuerzo en conjunto. Lleva un gran esfuerzo físico en primera instancia y la coordinación de grupo y trabajo cooperativo debe ser equilibrado y armónico. Trabajar con la tierra lleva al hombre a la conexión directa con la naturaleza y la re utilización de residuos logra impactar en la conciencia de cada individuo ante el consumo masivo que se vive a diario.
Ser específico y fundamenta lista puede resultar complicado al momento de dar soluciones, por lo tanto lo que se espera de estos cursos y talleres, es abordar las problemáticas independientemente y tratar de lograr entender cada aspecto de las particular idades del sistema constructivo. Al saber se le va a sumar el resolver, y ese es el principio básico de todo esto, que las personas puedan ser autosusten tables al momento de encarar problemas edilicios propios y ajenos para colaborar.
Es inevitable que el producto de esta coordinación y trabajo dejen como resultado un espacio habitable y en armonía con el medio ambiente. Es una de las tantas piezas que se van a generar manteniendo una continuidad y crecimiento en el tiempo. Cada persona que trabaje en su propia casa, junto con otros quienes luego serán ellos quienes habiten una vivienda similar, genera un vínculo y una necesidad de trabajo comunitario que se fortalece con cada obra y en el transcurso del tiempo. Es ahí donde la sociedad gana y el individual ismo pierde, tiene que destacarse como se logra el objetivo de forma cooperativa y se pierde si se hace de forma egoísta.